LA FURIA DEL FITI

 Pantalón prieto y marca paquete, las llaves en el bosillo tintineando a un ritmo pegadizo y sinuoso. La gomina justa en el tupé, mascando un chicle con gesto de perdonavidas. Es el Fiti, y hoy sale a cazar.

La primera parada, con los colegas en El Molinucu. Uno, dos, tres sol y sombraentre pecho y espalda, y empieza a entonarse. Las formas de las tías se suavizan, el olor de sus cuerpos le eriza el vello, comienza a salivar cual perro, pero no dePaulov, de jauría que hoy va a masticar coño, ¡vaya que sí!

Sigue bebiendo, no fuma, le restaría sabor al jugo de chocho, pero el humo de los demás ya no le molesta. Ya está. Ya está colocado. El punto justo de irreverencia y descaro, y la elocuencia adecuada sin patines de lengua ni derrapes absurdos.

Primera victima a la vista, rubia bajita, de las que gustan de botar en sus cojones. Comienza una erección al imaginar la escena. -Bota, bota putita- piensa. Se presenta y habla lo justo, la chica está interesada. Sus ojos se persiguen. Sigue una conversación fática típica del palomeo. -¿Cambiamos de bar?-Claro.

Entran en el Bambara, la tía es un poco pija qué se le va a hacer. Un par de cubatas, el bourbon le quema la garganta y enroquece su voz. Eso le hace más viril a él y más bella a ella.

Éste no es el tipo de bar que gusta al Fiti, la música es una mierda, piensa, pero recuerdo porque está ahí, y aguanta como un hombre.

Otros dos cubatas. Joder con la puta, el Fiti empieza a sentirse un poco embotado y la pijilla tan fresca. Los neones le azulean la piel. Inyección de adrenalina. La música empieza a tener algún sentido, y de repente no se siente oprimido por la gente. Se imagina poniendo a cuatro patas a la perra, metiéndole el pistón con fuerza por detrás, el hará que ella grite su nombre.

Cambian de bar, al St Patrick- sigh!. Más cubatas. La tía tiene que estar empastillada no es normal este aguante. El Fiti decide no demorarse más. Le mete el morro y es bien recibido.

Saborea su boca, su lengua explora una atomósfera de alcohol y gominola. Cinco minutos y ya está demasiado caliente. Procede al toqueteo pectoral, pero... ¡es rechazado! Será un error... piensa y vuelve a la carga y otra vez es rechazado de nuevo. La pija se separa de él y pide otras dos copas. El Fiti intenta calmarse, su polla podría romper un ladrillo de canto. Se toma la copa tranquilamente, trabajosamente sigue hablando de estupideces, pero la tía cada vez esta menos interesada. Sólo quiere bailar la muy puta.

Vuelve a la carga, de nuevo lo mismo, besitos sí, toqueteos no. Esto no me pasaba desde que tenía 10 años, piensa él. Encolerizado por el rechazo y por el pedal que lleva encima la manda a tomar por culo y sale tambaleándose del bar.

Para en el Idus de Marzo y se toma un whisky solo. Trata de calmar el cabreo. Respira hondno, el bar le da vueltas, las formas se desdibujan, tiene deseos de ir a nadar desnudo a la playa. -Si eso haré!- No sé da cuenta y piensa esto último en voz alta.

Se le acerca una muchacha obesa. El Fiti piensa que parece la hermana de Obelix y se rie de ella. - ¿De qué te ries?- De la vida, quiero bebérmela toda!-

La gordita parece complacidacon la respuesta. -¡Pues bebámosla! Empieza a tirarle de la lengua. Otro whisky y luego... a golpes de tequila con la gorda.

Ahora ya no es una foca de las que habitualmente reniega y se burla. Le embarga un sentimiento de ternura y fraternalidad. Sí, el daría la vida por esa morsa. ¡El la quiere! Siguiendo una pulsión interna que le estremece todo el cuerpo. La besa en los labios gordezuelos.

Empiezan una danza íntima en la que el Fiti se nos muestra como un escalador tratando de aferarse en vano a una montaña. No la puede abarcar, no sabe lo que toca. Una teta hipertrofiada, una cartuchera... Todo su cuerpo es érogeno, podría meterle la polla en cualquiere agujero, en cualquier pliegue.

El Fiti ya no puede más, van camino a la playa. Se le va un poco la olla y se imagina como un

gladiador romano de camino a la arena. Si y tendrá que gladiar con ese rinoceronte. Se imagina a la chica mugiendo encima de él, y estalla en carcajadas hasta que súbitamente se pone a llorar.

Ya están en la arena. La gordi no le deja recuperarse y ya le está aflojando el pantalón.

La polla del Fiti está semi erecta, pero ella la pone en su sitio, con asperos lametones.

Al Fiti se le nubla completamente el juicio mientras disfruta de la improvisada mamada. Mira al cielo. La noche está estrellada. ¿Por qué no sé el nombre de ninguna constelación?, piensa entre slurp y slurp.

Ha llegado el momento de la verdad. La gorda se retira y empieza a desvertirse. Sus pechos son como odres de vino medo vacíos, los pezones surcados por venas, apuntando al suelo. El Fiti se imagina colgándose de ellos como cuando de niño se columpiaba enel parque, una sonrisa de ingenua felicidad se dibuja en su alcoholizado rostro.

-Te gusta eh?- Se sigue despojando de su atrezo y los pantalones dejan ver unas piernas elefantiásicas y un culo que es como un balón de nivea gigante pero arrugado. La preplejidad invade a nuestro amigo. Pero ella se muestra hábil y lo aprieta contra sí.

Cuando se da cuenta está dentro de ella.

¡Joder esto es una maravilla! Tiene un coño muy pequeño. La polla le entra con gran dificultad pero le proporciona un gran placer. Siempre se había imaginado que las gordas tendrían también le coño grande, y que su polla ondularía como el badajo de una campana en su interior. Envalentonado por el descubrimiento, la agarra por el pelo y la pone a cuatro patas contra la caseta de salvamento. El Fiti saca su furia. La embiste con toda la fuerza que es capaz, Intenta agarrarla pero se le escapa, está sudada y sus carnes son muy amplias para abarcarlas con las manos. Sus pies derrapan en la arena, es como empujar una pared. Sin tener dónde asirse tiene que continuar la faena que se le antoja muy fatigosa. Sigue golpeando con el pistón, y observa embelesado como las carnes de ella ondulan ritmicamente. Un momento de desesperación le atenaza mientras está llegando al orgasmo, está en una situación de equilibrio muy precario, practicamente el único punto de contacto con la realidad es su polla pentrante, pero no controla del todo la situación, teme resbalar y quedarse a medias. La caseta de salvamento cruje con el esfuerzo.

Un calor le sube por la columna vertebral, se agarra finalmente a los pelos de ella con una mano,y con la otra a los pliegues de su espalda provocándola gritar, de dolor de placer, ¡a quién le importa! La araña, le da fuertes cachetes en su inmenso trasero, mientras suelta alaridos desgarradores, su rostro es una máscara iracunda, que poco se distiende cuando va llegando al climax.

Al eyacular, rebosa sobre la mini vagina, por supuesto no ha puesto protección.

Extenuado y empapado en sudor se deja caer sobre la arena.

La gorda acomoda sus carnes junto a él y le susurra algo al oído. No importa, piensa el Fiti, no importa.

by Dani

Comentarios