LA FURIA DEL FITI
Pantalón prieto y marca paquete, las llaves en el bosillo tintineando a un ritmo pegadizo y sinuoso. La gomina justa en el tupé, mascando un chicle con gesto de perdonavidas. Es el Fiti, y hoy sale a cazar. La primera parada, con los colegas en El Molinucu. Uno, dos, tres sol y sombraentre pecho y espalda, y empieza a entonarse. Las formas de las tías se suavizan, el olor de sus cuerpos le eriza el vello, comienza a salivar cual perro, pero no dePaulov, de jauría que hoy va a masticar coño, ¡vaya que sí! Sigue bebiendo, no fuma, le restaría sabor al jugo de chocho, pero el humo de los demás ya no le molesta. Ya está. Ya está colocado. El punto justo de irreverencia y descaro, y la elocuencia adecuada sin patines de lengua ni derrapes absurdos. Primera victima a la vista, rubia bajita, de las que gustan de botar en sus cojones. Comienza una erección al imaginar la escena. -Bota, bota putita- piensa. Se presenta y habla lo justo, la chica está interesada. Sus ojos se persiguen. Sigu...